Saturday, July 23, 2011

Las drogas destruyen: Amy Winehouse Before and After

Se que ya esta de más que se diga, pero más valen las fotos que las palabras. RIP Amy. We will miss you.

Muertos a los 27… Una mas Amy Winehouse

Grandes músicos como Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain también se volvieron mitos a esta edad.

La genialidad musical y una vida llena de excesos son los factores comunes en todas sus historias.

La cantante de soul y R&B Amy Winehouse murió este domingo a los 27 años. De esta manera se volvió una más de la célebre lista de artistas que murieron a esa edad. Vidas marcadas por el exceso y una gran creatividad musical.
En orden cronológico, el primero en abandonar este mundo fue Brian Jones, uno de los miembros originales de los Rolling Stones. El 3 de julio de 1969, Jones fue encontrado sin vida en su piscina debido al constante abuso del alcohol y las drogas. Sin embargo, también hay hipótesis que afirman que fue asesinado.
El legendario guitarrista Jimi Hendrix también se convirtió en un mito a los 27. En la madrugada del 18 de septiembre de 1970, Hendrix murió asfixiado tras habr ingerido grandes dosis de somníferos y alcohol. Su leyenda cuenta que se ahogó en su propio vómito.
Poco tiempo después, en octubre de 1970, fue el turno de Janis Joplin. Esta vez una sobredosis de heroína fue la causa de la muerte. No obstante,las circunstancias de su fallecimiento también están rodeadas de misterio ya que se especula que otra persona se encontraba con ella.
En julio de 1971, Jim Morrison fue encontrado en su habitación víctima de un infarto. El carismático líder de The Doors llevaba un vida de excesos. Su mujer también murió tres años más tarde por una sobredósis. La tumba del “rey lagarto” se convirtió en lugar de peregrinación para las generaciones siguientes.
Por último, Kurt Cobain, quien para muchos se convirtió en la última gran estrella de rock, fue encontrado sin vida en su casa en abril de 1994. El líder de Nirvana se suicidó de un disparo en la cabeza, a su lado se encontró una jeringa con heroína. Al igual que los otros casos, la hipótesis de un asesinato motivado por su gran fortuna nunca se terminó de descartar.

Thursday, July 21, 2011

Robo de Arte: Fallos de seguridad, ladrones a punta de pistola... los distintos «modus operandi» de los robos del siglo

Cronología: Principales robos de cuadros en museos del mundo desde el año 2000

Muchas novelas y películas han centrado su trama en el robo de piezas de arte, pero esto ha dejado de ser mera ficción. Mientras continúa la búsqueda del «Códice Calixtino», el mundo del arte entristece por la pérdida de este tesoro de la humanidad. ¿Cómo se produjo? ¿Qué falló? ¿Quién es el responsale? La policía ha estrechado el cerco en las últimas horas y ha aplicado severos controles de entrada y salida de Santiago de Compostela para localizar a los supuestos ladrones del manuscrito. Sin demasiado éxito.

Son esos «pequeños» errores en las medidas de seguridad y vigilancia lo que ha permitido a lo largo de la historia reciente la sustracción de tantas y tantas otras obras de arte, como «Cabeza de mujer», de Pablo Picasso, que fue robada de la galería de arte Weinstein, en San Francisco (EE.UU.), por un hombre que paseó como Pedro por su casa por las instalaciones. Cogió el cuadro con sus propias manos y se montó en un taxi al que había telefoneado previamente. No fue ningún asalto de película, pero sí un robo con mucho arte.

Uno de los robos más importantes del siglo XX tuvo como objetivo el cuadro más famoso del artista Leonardo da Vinci, cuya imagen de mujer comporta grandes misterios. Eran otros tiempos (1911). Sí, «La Gioconda», que se encuentra permanentemente vigilada, fue descolgada de las paredes del Museo del Louvre (París) por un carpintero italiano y exempleado del museo llamado Vincenzo Perugia que, vistiendo una gabardina blanca similar a la utilizada por el personal, llegó y se la llevó sin problema alguno. Decía haberlo hecho «por admiración» pero realmente fue cazado cuando intentaba venderla a la Galería degli Uffizi (Florencia), lo que permitió entonces que galeristas y responsables de arte abrieran el debate acerca de las medidas de seguridad.

Se ponía la primera piedra. Y es que había que proteger y custodiar las obras. «Gracias por la pésima seguridad», rezaba una nota dejada por los ladrones de «El Grito», de Eduar Munch, que fue robado de la Galería de Arte de Oslo en 1994. Esta obra ha sufrido otras intentonas. Ha estado de aquí para allá. Diez años después de aquello volvió a ser «mangado» para, otra vez, ser recuperado en 2006. Sin resolverse se encuentra todavía uno de los episodios peor recordados de la historia del arte. El museo Isabella Stewart Gardner «perdió» en 1990 varias piezas importantes (valoradas en más de 300 millones de dólares), entre ellas «Tormenta en el mar de Galilea», del pintor holandés Rembrandt, uno de los maestros del Barroco.

Agonizaba el año 1999, era Nochevieja y todos presagiaban buenos augurios con la entrada del nuevo año. Había fuegos artificiales; esa estruendosa situación fue aprovechada por un ladrón, que accedió al Museo Ashmolean (Oxford) para hacese con el «Paisaje de Auvers-sur-Oise», del impresionista Paul Cézanne, valorado en 3 millones de dólares. La obra continúa en paradero desconocido una década después. Cuentan que se ha utilizado como pieza de cambio del narcotráfico, lo que ha propiciado el nacimiento de la Asociación para la Investigación de Crímenes de Arte (ARCA), que asegura que se cometen cada año unos 100.000 robos de arte.
 
Además de Cézanne, en 2008 se robaron del museo de Zúrich varios cuadros de Edgar Degas, Vincent van Gogh y Claude Monet, valorados en más de 112 millones de euros. Fue el mayor golpe en el mundo del arte en los últimos 20 años, decían. En este caso, el «modus operandi» fue totalmente distinto a los anteriores ejemplos. Tres hombres encapuchados se introdujeron en el museo a primera hora de la tarde a punta de pistola y obligaron a los empleados a tirarse al suelo. Los ladrones pedían un importante rescate. Una semana después del asalto la policía suiza pudo recuperar dos de los cuadros.

Si la calle está de fiesta y hay algarabía es un buen momento para acometer un robo de tal calibre. En medio de los festejos del Carnaval de Brasil, un grupo de hombres armados sustrajeron en 2006 del Museo de Rio de Janeiro cuatro obras de gran valor, que no estaban aseguradas: «La danza», de Pablo Picasso; «Los dos balcones», de Salvador Dalí; «Jardín de Luxemburgo», de Henri Matisse; y «Marina», de Claude Monet.

En el Museo de Arte moderno de París se produjo otro espectacular robo de cinco obras de Picasso, Matisse, Amedeo Modigliani, Georges Braque y Fernand Léger, por un valor cercano a los 500 millones de euros, y que volvió relanzar de manera espectacular el incendiario debate sobre la seguridad de los grandes museos. Responsables de la exposición señalaron que el sistema de alarmas antirobo no funcionaba desde hacía dos meses. Nadie lo arregló, se quejaron en su momento, pero nadie lo arregló. Demasiado tarde. Se aprovecharon.

Se dieron cuenta de su desaparición poco antes de la apertura al público. Allí, se percataron de la existencia de una ventana abierta. Consultaron las cámaras de vigilancia y observaron a un hombre introduciéndose en el museo. Espectacular y simple al mismo tiempo. Alarmas que no funcionan, una ventana de fácil acceso y varios candados que pueden romperse con facilidad. Los ingredientes perfectos para un robo. Tampoco había que ser demasiado profesional. Entre eso y el tamaño del cuadro... ya que algo parecido sucedió en 2007 con el autorretrato en óleo de Van Mieris, que fue «limpiado» a plena luz del día cuando la Galería de New South Wales (Sydney) fue abierta al público.

El pintor malagueño ha estado siempre en el punto de mira. En 2004 se robó un célebra cuadro de Picasso: «Nature morte a la charlotte», valorado en 2,5 millones de euros, y en 2007 otros dos («Maya y la muñeca» y «Retrato de Jacqueline») de la casa parisina de la nieta del pintor. Afortunadamente, en muchas tantas ocasiones el robo no es perpetrado. Tras pasar varios días huído, el cocinero Moisés Manuel de Lima Sobrinho se entregó como sospechoso de planear un robo en 2008 de dos obras del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP). Los nervios le traicionaron. No es fácil colocar las obras en el mercado ilegal. Las que suelen robarse son demasiado conocidas como para poder venderse en el mercado libre, por lo que normalmente se apunta a la tesis del «secuestro» a cambio de un rescate.
 
En el caso de España se producen anualmente entre 200 y 250 robos de objetos de Patrimonio Artístico Nacional en España. En 2007 desvalijaron parte de la Biblioteca Nacional y se llevaron dos importantes mapamundis, que formaban parte de la obra Ptolomeo Cosmografía. Muchos son recuperados, como el «Encuentro de Cristo con los discípulos de Emaús», de El Greco, que fue robado en 1981.

Dañan en Londres dos obras de Poussin

Deberian de cortarle la mano con la que rocio las pinturas, mira que mal parido. Lo bueno es que ambas pinturas son de esas que tienen una multitud de personajes, y al parecer el daño no va a ser muy notorio.

Dos obras del pintor francés Nicholas Poussin que se exhiben en la National Gallery de Londres resultaron ligeramente dañadas cuando un visitante las roció con pintura roja, pero el museo ya las ha podido restaurar.

El incidente ocurrió el pasado domingo por la tarde cuando un trabajador de la galería observó cómo un hombre rociaba con un aerosol las pinturas al óleo "La Adoración del Becerro de Oro" y "La Adoración de los Pastores" , pintadas por Poussin entre 1633 y 1634.

"La rápida acción del personal de conservación ha asegurado que las dos obras resultasen con un daño mínimo" , señaló un portavoz de la National Gallery, e informó de que el hombre fue detenido.

Estos dos óleos del que es considerado como el pintor francés más importante del siglo XVII forman parte de la colección permanente de la National Gallery y están colgadas en la sala número 19.

"La Adoración del Becerro de Oro" es propiedad del museo desde 1945 y "La Adoración de los Pastores" lo es desde 1957.

Ryan Murphy vs John Malkovich

A falta de series, ayer me vi los 5 capitulos que van de Glee Project, la vdd es que tengo muchos comentarios al respecto, la mayoria positivos, me encanta el formato, me encanta la produccion, todo se ve totalmente profesional, me pregunto si me hicieran todos esos arreglos, yo tambien me escucharia igual, en fin, pero algo de lo cual me quede pasmada fue del tremendo parecido entre ryan murphy y john malkovich, bueno practicamente son gemelos, jajaja claro que malkovich es unos 20 años mayor sino es que mas que ryan, pero aun asi podria ser su hermano mayor o su papa jajaja

¿Por qué Brasil no tiene indignados?

Normalmente no escribo en este espacio de política, razón? no es que no me interese, ni que no lea, pero simplemente me gusta utilizar este espacio para divertirme, para pasar un rato agradable, y hacérselos pasar a ustedes también, la política me da hueva, y al final el hablar y hablar y hablar del tema, nunca va a llevar a nada, pero bueno les cuento que soy Panista de corazón y hasta el tuétano, no importa lo que digan de estos dos últimos gobiernos, la ultra derecha conservadora es lo que me va, y aunque el pan se allá modernizado y ya no sean tan conservadores, es lo que mas se parece, y soy anti socialista, anti pejista, anti prd, cuando era mas joven como que utópicamente creía que algo así podría ser en algún universo paralelo donde las personas que lo profesaran no robaran al igual que todos los políticos, pero con el tiempo me di cuenta que el socialismo no es mas que eso, una utopía…. Y hoy 10 años después de haber formado mi criterio derechista, me veo viviendo en Brasil, donde después de una dictadura militar, y de casi 20 años de socialismo, los ciudadanos de este país se han convertido en zombies….

El hecho de que en solo seis meses de gobierno la presidenta Dilma Rousseff haya visto dimitir a dos de sus principales ministros, heredados del gobierno de su antecesor, Lula da Silva (el de la Casa Civil o Presidencia, Antonio Palocci, una especie de primer ministro, y el de Transportes, Alfredo Nascimento) caídos bajo los escombros de la corrupción política, ha hecho preguntarse a los sociólogos por qué en este país, donde la impunidad a los políticos corruptos ha llegado a hacer extensiva la idea de que "todos son unos ladrones" y que "nadie va a la cárcel", no exista el fenómeno, hoy en voga en todo el mundo, del movimiento de los indignados.

¿Es que los brasileños no saben reaccionar frente a la hipocresía y falta de ética de muchos de los que les gobiernan? ¿Es que no les importa que los políticos que les representan, en el Gobierno, en el Congreso, en los estados o en los municipios, sean descarados saboteadores del dinero público? Se preguntan no pocos analistas y blogueros políticos.

Ni siquiera los jóvenes, trabajadores o estudiantes han presentado hasta ahora la más mínima reacción ante la corrupción de los que les gobiernan. Curiosamente, la más irritada ante el atraco a las arcas públicas por parte de los políticos, parece ser la primera presidenta mujer, la exguerrillera Dilma Rousseff, que ha demostrado públicamente su disgusto por el "descontrol" en curso en áreas de su gobierno. La mandataria ya ha echado de su gobierno -y se dice que no ha acabado aún la purga- a dos ministros claves, con el agravante de que eran heredados de su sucesor, el popular Lula da Silva, que le había pedido que los mantuviera en su gobierno.

Hoy la prensa alude a que Dilma ha empezado a deshacerse de una cierta "herencia maldita" de hábitos de corrupción del pasado. ¿Y la gente de la calle por qué no le hace eco, resucitando aquí tambiénel movimiento de los indignados? ¿Por qué no se movilizan las redes sociales? Brasil, después de la dictadura militar, se echó a la calle con motivo de la marcha "Directas ya", para pedir la vuelta a las urnas, símbolo de la democracia. También lo hizo para obligar al expresidente Collor a dejar su cargo ante las acusaciones de corrupción que pesaban sobre él. Pero hoy el paísestá mudo ante la corrupción en curso. Las únicas causas capaces de sacar a la calle hasta dos millones de personas ahora son los homosexuales, los seguidores de las iglesias evangélicas en la fiesta de Jesús y los que piden la liberalización de la marihuana.

¿Será que los jóvenes no tienen motivos para exigir un Brasil no solo cada día más rico (o por lo menos menos pobre), más desarrollado, con mayor fuerza internacional, sino también menos corrupto en sus esferas políticas, más justo, menos desigual, donde un concejal no gane hasta diez veces más que un maestro y un diputado cien veces más, o donde un ciudadano común, después de 30 años de trabajo, se jubile con 650 reales (400 euros), mientras un funcionario público con hasta 30.000 reales (13.000 euros).

Brasil será pronto la sexta mayor potencia económica del mundo, pero de momento sigue a la cola en materia de desigualdad social y defensa de los derechos humanos. Todavía se trata de un país donde no se permite a la mujer de abortar, el paro de las personas de color alcanza un 20% -contra el 6% de los blancos- y la policía es una de las más violentas del mundo.

Hay quién achaca la apatía de los jóvenes al hecho de que una propaganda exitosa les ha convencido de que Brasil es hoy envidiado por medio mundo (y lo es en otros aspectos). O que la salida de la pobreza de 30 millones de personas les ha hecho creer que todo va bien, sin entender que un ciudadano de clase media europea equivale aún hoy a un rico de aquí.

Otros achacan el hecho a que los brasileños son gente pacífica, poco dada a las protestas, a quienes les gusta vivir felices con lo que tienen y que trabajan para vivir, en vez de vivir para trabajar. Todo esto es también cierto, pero no explica aún por qué, en un mundo globalizado, donde se conoce al instante todo lo que ocurre en el planeta, empezando por los movimientos de protesta de millones de jóvenes que piden democracia o le acusan de estar degenerada, los brasileños no luchen para que el país, además de ser más rico, también sea más justo, menos corrupto, más igualitario y menos violento a todos los niveles. Así es el Brasil que los honestos sueñan dejar para sus hijos, un país donde la gente todavía no ha perdido el gusto de disfrutar de lo poco o mucho que tiene y que sería aún mejor si surgiera un movimiento de indignados, capaz de limpiarlo de las escorias de corrupción que golpean a todas las esferas del poder.

Tuesday, July 19, 2011

Brasil y su estúpido sistema de puntos

Ahora resulta que manejo mal, si en mi querido Mexico yo manejaba a la velocidad que queria y nunca choque (por ir rapido) ni me paso nada, aaaa pues ahora llego a este pais de mierda y me ponen dos multas por exceso de velocidad, en dos radares nuevos, bueno pusieron 22 radares nuevos, pero solo dos me han agarrado, pero son 8 puntos, de 23 creo, y no se, ahora tengo miedo de manejar, voy como 30 kms por hora como una abuela, porque mis multas fueron por ir una a 52 km y la otra a 70 km/hr. Yo se que tiene que haber respeto por la velocidad, pero no me jodan, 52 km??? es una vasofia….. estoy muy enojada, y no encontre otro medio para quejarme mas que este.

Ahora voy corriendo al gimnasio para no agarrar el carro porque me da miedo que cerca tienen como 6 radares, y entonces paso corriendo y veo con odio la camara, y pienso en todo lo que le podria hacer jajajaja, no se como explicarlo, es una impotencia, saber que no hiciste nada “TAN MAL” y que te metan los puntos esos por el culo……. grrrrrrrrrrrrrrrrr